sábado, 13 de marzo de 2010

Salvador Arias Nieto, sentimiento y emoción

Un paquete postal, procedente de Cantabria, me hizo retrotraer la memoria casi cuatro décadas, en atropellada pugna de recuerdos, sentimientos, vivencias y añoranzas. Llegaba a mis manos un precioso regalo, la edición de Salvador Arias Nieto “El siglo de Oro de la poesía taurina (Antología de la poesía española del siglo XX), espléndida publicación de la Consejería de Cultura,Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.

La cuidada edición tiene como pórtico una ilustración del pintor santanderino Ignacio Sobrino Junco, para visualizar y recordar la inexorable imbricación de las artes plásticas y la poesía taurina. Esta joya de edición no surge de campo yermo sino que sale arropada entre múltiples actividades culturales desarrolladas, durante décadas, por el Aula de Cultura La Venencia, de Santander.

Esta Antología lleva una excelente introducción de Salvador Arias Nieto, promotor y alma de esta edición. Llena de conocimiento y sentimiento.

De entrada, Salvador Arias destaca la excepcional importancia de Cantabria en el desarrollo y evolución de la poesía taurina en el siglo XX. Esta afirmación es avalada por dos circunstancias excepcionales, la presencia de Gerardo Diego, como poeta taurino por excelencia del siglo XX y por ser Tudanca, la patria chica de José María de Cossío, autor de la enciclopedia taurina los Toros. Valgan estas dos punteras referencias para situar a Cantabria como un referente del norte para la tradición nacional más característica de España toda.

Y en esa referencia, el Cancionero de Cossío, como colección de manuscritos autógrafos de excepcional valor, destaca Salvador Arias el manuscrito original de “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, de Federico García Lorca.

Afortunada coincidencia histórica que enlaza Santander y Granada. Esa relación que personifica también la vida de Salvador Arias. En la Universidad de Granada realizó sus estudios universitarios y también inició su vida familiar. Quiso perfeccionar sus estudios de Licenciatura colaborando en los trabajos de la Cátedra de Historia de la Farmacia, donde realizó un excelente estudio sobre los farmacéuticos del Siglo XVIII en España, utilizando el Catastro del Marqués de la Ensenada y también su ayuda fue decisiva en la confección de los índices de una Bibliografía de Historia de la Farmacia, que publicó el Departamento de Historia de la Farmacia, en aquellos años. Por tanto, su aportación de hoy tiene una base metodológica avalada en otros trabajos de investigación.

Granada y Santander.Poesía y Toros.Flamenco y sentimiento. Desde los años setenta Salvador conjuga estas identidades que se han amalgamado conjuntamente.

Conocer es querer. Querer conocer. Binomios que se justifican mutuamente.

Poesía toros, flamenco, sentimiento, pasión, vida plena. No son clichés de la España decimonónica. Son actitudes, vivencias, sensibilidades que vivifican múltiples dimensiones de la vida. Unas veces con expresiones visualizadas y la mayoría de las ocasiones entreveradas con otros sentimientos y comportamientos vitales.

En la Introducción elaborada para esta Antología, Salvador Arias hace un recorrido historiográfico onnicomprensivo, ofreciendo una mirada general y facilitando una selecta bibliografía de base. Pero, la edición de esta Antología tiene una aportación metodológica muy importante y cuidada, en lo que se refiere a los completos índices que le acompañan.

Son índices de gran valor que realzan y refuerzan el contenido de toda la Antología. Los lectores interesados en esta Antología de la poesía taurina pueden ser muy diversos y con intereses muy diferenciados. Los completos índices elaborados por Salvador Arias, ya por sí solos reflejan un profundo conocimiento. Sólo quien conoce a fondo una materia está en condiciones de elaborar unos índices que visualicen el contenido, bajo parámetros esenciales, que puedan facilitar el estudio a especialistas en muy diversos campos.

Ya de entrada el índice alfabético de autores y obras, nos visualiza la extensión y profundidad de la Antología, que recoge a 334 poetas y 486 poesías. Pero, en cualquier búsqueda, el índice cronológico es otra dimensión esencial para algunos trabajos y por eso es otro de los índices incorporados. Otros investigadores pueden tener su interés en lo local o regional. Encontrarán en el índice topográfico una excelente herramienta para colmar cualquier curiosidad. Para llegar al índice temático, que ya reviste caracteres mucho más complejos que, como señala Salvador Arias, es un instrumento de organización interna de gran valor y calado. El toreo, el torero, toreros, el toro, la fiesta, con sus diversas perspectivas sobre la esencia del toreo, el encuentro toro-torero, el ambiente, suertes y pases, y tantas y tantas facetas bajo las cuales los poetas han desbordado sus sentimientos en poesías bien diversas. Cierra el trabajo un índice onomástico general que puede responder a las más diversas perspectivas de investigación.

Si la Antología ya de por sí tiene un alto valor de recopilación, selección y ordenación, el trabajo añadido de estos completísimos índices convierte a esta edición sobre “El siglo de Oro de la Poesía taurina” no sólo en una excelente recopilación en una cuidadísima edición, sino también en una herramienta de primer orden para cuantos trabajan en este campo o simplemente disfrutan con su lectura, pudiendo cada cual centrarse en la faceta de su mayor interés. En definitiva una aportación de primer orden para el acercamiento a la poesía taurina del siglo XX.

Granada, 28 de febrero de 2010.

Día de Andalucía.

José Luis Valverde
Catedrático de Historia de la Farmacia
Universidad de Granada

El Siglo de Oro de la poesía taurina, de Salvador Arias Nieto

Blog de Pedro Montero

Coincidiendo con el apasionado y, a un tiempo, truculento, debate de estos días sobre la fiesta taurina en España, la piel de toro, con el toro de Osborne al fondo y el toro enamorado de la Luna de sonsonete musical, debate que ha originado una clara división de opiniones, pitos y palmas en el Parlamento catalán, unos, que sí y otros, que no, como en La Parrala, con los palcos de autoridades revueltos, mostrando sus pañuelos de SOS al aire los presidentes de las plazas de Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura, para proteger a la fiesta, declarándola Bien de Interés Cultural, en medio de este batiburrillo de padre y muy señor mío, digo, alcanzo la serenidad justo en el momento en que me llega un magnífico libro taurino: El Siglo de Oro de la Poesía Taurina en España, obra de Salvador Arias Nieto (Santander, 2009). De la mano, todo hay que decirlo, de Manuel Alberto Zoido, "El Niño de Caja Duero", de Badajoz.

Libro realmente extraordinario, el Cossío de la Poesía taurina en las Españas, con 903 páginas en papel especial y una encuadernación que ni los diccionarios de la Real Academia, con estampaciones en oro. Un lujerío bibliográfico en toda regla, editado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, volumen que hace el nº 9 de la colección "Tauromaquia (Ensayo y Poesía)" de la nunca bien ponderada Aula de Cultura La Venencia, de Santander. Libro que, subtitulado "Antología de la Poesía Española del siglo XX", contiene una muestra cabal de 486 poemas, pertenecientes a 334 poetas, hasta un máximo de cuatro por autor. Incluyéndose "poemas protaurinos --leemos en las páginas preliminares--, que alaban la fiesta o enaltecen el valor de quienes participan en ella. También los hay rotundamente antitaurinos; otros, en cambio, tienen un carácter predominantemente táurico, pues se centran más en la figura del toro como animal que como elemento del toreo, y son numerosos los que utilizan el tema taurino como recurso alegórico para tratar otros contenidos" (p. XXXVIII).

Ordenado cronológicamente, cuenta con poemas de autores hispanos tan diversos como José María de Pereda, Luis Montoto y Rautenstrauch, Ángel Ganivet, Juan Ramón Jiménez, Eugenio D'Ors, León Felipe, Pedro Salinas, José María de Cossío, Jorge Guillén, José Bergamín, Gerardo Diego, Víctor de la Serna, José María Pemán, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Agustín de Foxá, César González Ruano, Manuel Altolaguirre, Rafael Duyos, Alfredo Marqueríe, Luis Felipe Vivanco, Guillermo Díaz Plaja, Miguel Hernández, Luis Rosales, Federico Muelas, Dionisio Ridruejo, Salvador Espriú, Ramón de Garciasol, Ramón Cué, José García Nieto, Celia Viñas, Rafael Sánchez Campoy, Antonio Aparicio, Mario Cabré, Benjamín Arbeteta, Gloria Fuertes, Leopoldo de Luis, Gregorio Corrochano, Javier de Bengoechea, Luis López Anglada, Fernando Fernán Gómez, José Hierro, Alfonso Canales, José María Requena, Rafael Azcona, Juan de Dios Pareja Obregón, Antonio Murciano, Francisco Umbral, Antonio Gala, Rafael Piedehierro, Javier Villán, Antonio Burgos, Alfonso Ussía, Joaquín Sabina, Antonio García Barbeito, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal, Carmen Moreno y Rafael Peralta, entre otros más.

Y claro, no podía faltar Extremadura, tierra de toros y de toreros, y, ¡cómo no! de escritores de cuerpo entero, que, entre sus obras, dedicaron su atención a los temas taurinos, como Rafael Sánchez Mazas, José María Valverde, Jesús Delgado Valhondo, Antonio Zoido Díaz, Rufino Félix Morillón, José Miguel Santiago Castelo, José Antonio Ramírez Lozano, Manolo Romero Mancha y José Antonio Zambrano Parra, entre otros también.

El Siglo de Oro de la Poesía Taurina en España cuenta, además, con unos utilísimos Índices finales: de autores y de obras, cronológico, por su procedencia (Comunidades Autónomas) y temático (El toreo, El torero, Toreros, El toro, la Fiesta...), además de una Bibliografía escogida y un vadmecum sobre la metodología seguida, datos estadísticos de interés, los autores, sus profesiones, títulos y premios, etc. Así y todo, yo aconsejo leerse primero la Introducción, un ensayo del autor que pone en contexto autores, temas, estilos y épocas. Con estos epígrafes: Cantabria, eje fundamental de la Poesía Taurina del siglo XX, Los Toros y las Generaciones literarias del siglo XX y Antologías de Poesía Taurina.

Y dejo para el final al autor de esta monumental obra poética, Salvador Arias Nieto (Santander, 1944), licenciado en farmacia, taurino y flamencólogo de pro, a la sazón, presidente del Aula de Cultura La Venencia, una enciclopedia andante el caballero, autor, entre otras obras, de Tauromaquia Lírica. Dinastía Ordóñez (1999), El Siglo de Oro de la Poesía Taurina (2003), así como coordinador y editor de varias colecciones, destacando Tauromaquia Lírica (4 vol.) y Artistas Plásticos del siglo XXI (5 vol.).

Impagable, colegas. Un homenaje en toda regla a la fiesta nacional, y con un par. Por lo que hoy va por ti, "Niño de La Venencia".

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