Por Miguel Vega - Escritor y aficionado 01/12/ 2009
Estrenamos un nuevo diciembre, un nuevo Invierno. Y de nuevo los aficionados nos retiramos de la escena para emprender el saludable hábito de la reflexión, de la valoración, de las consideraciones. A cubierto, resguardados de las lluvias y los vientos, de las primeras nieves que nos aproximarán a la Navidad, gélida y luminosa como cada año.
Llega, así, la época de las íntimas esperanzas, de un extraño recogimiento, de las tardes de lectura con la copa de brandy al alcance, junto al sillón –aquel sillón de terciopelo verde en el cual el personaje de Cortázar se disponía a leer, frente al ventanal que daba al parque, la novela de su propia vida-. Tardes de sosiego, de placer literario y de evocaciones siempre fascinantes en las que, al igual que el personaje del escritor argentino, contemplamos nuestras vivencias de una temporada taurina ya fenecida: la arquitectura viva de una plaza colmada, el sol relumbrando en un traje azul pavo, la incertidumbre de una caída ante la res, el estoque enterrado en el pelaje empapado de sangre de un toro bravo y poderoso, la voz decidida del matador llamando la atención del cornúpeta, el miedo a punto de aflorar en el gesto serio…
El aficionado siempre elegirá entre sus lecturas invernales, al menos, un libro taurino: biografías de antiguas figuras de la tauromaquia, ensayos recién publicados sobre algún torero de actualidad, inventarios de anécdotas, historias pormenorizadas de algunas plazas, colecciones de fotografías o grabados, recopilaciones de artículos periodísticos… y, a veces, aunque desafortunadamente no abundan, libros de poesía taurina.
Yo, desde aquí, desde esta tribuna de Opinión y Toros, les hago, personalmente, una recomendación para el libro de este Invierno. Es un libro de poesía taurina, no, disculpen, es el mejor libro de poesía taurina que pueda publicarse. Y, una vez concluido este puente de la Constitución, ya estará en el mercado.
Se trata del volumen El Siglo de Oro de la poesía taurina. Antología de la Poesía Española, una esmerada selección de piezas de los mejores poetas españoles del siglo XX –para Salvador Arias, el responsable de la edición, sin duda el siglo en el que mejor poesía taurina se ha escrito-. Por esta magna obra desfilan composiciones de poetas como Unamuno, García Lorca, Gerardo Diego, Luis Cernuda o Miguel Hernández hasta escritores de la segunda mitad de siglo como Fernando Fernán Gómez o Antonio Gala que se han interesado en algún momento de su obra literaria por este mundo misterioso del rito taurómaco, para desembocar, por último, en poetas más recientes como el cantautor Joaquín Sabina. Todo un recorrido cronológico que refleja, en versos de estirpe taurina, la evolución poética –diferente en escuelas y en estilos- del siglo anterior en la literatura española.
Encomiable el esfuerzo del antólogo, Salvador Arias, que tras años y años de investigación y selección ha establecido, finalmente, una nómina de 328 poetas que ofrecen 486 poemas en las casi 900 páginas de que consta el volumen. Esta joya bibliográfica, para los amantes de la tauromaquia pero también para los amantes de la poesía, está editada por la Consejería de Cultura de Cantabria en colaboración con la Fundación Gerardo Diego y el Consejo de Administración de la Plaza de Toros de Santander.
Creo, sinceramente, que se trata de un acontecimiento editorial de primer orden, y que los aficionados podemos estar de enhorabuena: el regalo navideño se nos ha adelantado en este 2009.
Aguardo, con la ilusión de la infancia, la llegada del Invierno, porque éste me traerá un paquete mágico, un presente que no viene de Oriente, sino de Santander, y que me sumirá, al arrancarle el envoltorio, en un torbellino de emociones, de sensaciones, de dichas: lo más sublime del arte del toreo está encerrado en esas páginas, que esperan pacientes que los lectores lo vayan, lo vayamos, descubriendo.
Se puede uno dirigir directamente al Aula de Cultura La Venencia, de Santander –cuentan con página web: http://www.lavenencia.org/-, para solicitar los ejemplares de esta maravillosa antología poética por si algunas librerías no se dignan a exponerla en sus escaparates, a pesar de que se realizarán presentaciones en ciudades como Santander y Madrid.
Felicidades a La Venencia y a Salvador Arias por este impagable regalo de Navidad.
Diciembre de 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario